martes, 30 de diciembre de 2014

Saxofones sopranos

   Durante las dos últimas semanas han llegado tres saxofones sopranos al taller. Generalmente la forma de este instrumento es un poco diferente de la imagen que tenemos de un saxofón, ya que suelen ser rectos como el clarinete, aunque desde hace años también hay modelos curvos. 

   Dos de los sopranos necesitaban una revisión general de ajuste y nivelación del mecanismo, principalmente mediante tornillos graduadores y corchos, aunque uno de ellos (un Yamaha modelo YSS-475) había perdido un pilar de la parte superior por un golpe, por lo que hubo que soldarlo.



   La imagen corresponde a la reparación del tercer soprano, que es antiguo y de una marca poco conocida llamada Better Sound. Este saxofón llegó bastante deteriorado. Ha necesitado incluso la adaptación artesanal de pulsadores de nácar que había perdido, además de limpieza y de la sustitución de algunas zapatillas, corchos y muelles en mal estado. Y lo de la adaptación artesanal viene a cuento de que este tipo de instrumentos, generalmente de mecánica compleja, presentan además el inconveniente de que es muy difícil encontrar repuestos en el mercado para estos modelos, por lo que a veces se requiere de soluciones laboriosas e imaginativas para que vuelvan a estar en perfectas condiciones.  

miércoles, 3 de diciembre de 2014

¿Sabías que...

...el saxofón más grande del mundo medía casi dos metros de alto y tenía once metros de tubo? Lo construyó la Casa Conn en 1930, denominándolo Eb Octo Contrabass Saxophone. ¡Era todavía más grande que el que aparece en esta foto!



...en el período clásico las lengüetas de clarinete a menudo se hacían con madera de pino, de abeto o incluso con espinas de pez?

...Mozart descubrió la existencia del clarinete a los 8 años en un viaje que hizo a Londres junto a su familia? Sin embargo sería años más tarde, durante una temporada de estancia en Mannheim, cuando quedaría fascinado por aquel novedoso instrumento que utilizaba la orquesta de esa ciudad. En una carta a su padre, que estaba en Salzburgo, le escribiría: "¡Ah, si al menos pudiésemos tener algunos clarinetes!".

...el clarinete fue muy utilizado por Mozart en la música que escribió para los ritos de la logia masónica a la que pertenecía? También utilizó mucho con este fin el corno di bassetto, un instrumento de la familia del clarinete aunque de forma muy distinta.



...el saxofón más caro del mundo posee una extraña combinación de diamantes con vidrio, está chapado con 2,82 onzas de oro y decorado con diamantes de dos quilates? Tiene un valor estimado en 60 mil dólares y fue presentando en una feria de millonarios en honor al rey de Tailandia.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Pequeños cuidados del instrumento

   Es aconsejable revisar de vez en cuando los tornillos y pasadores de tu instrumento, ya que a veces alguno se afloja y se corre el riesgo de que se salga y lo perdamos. Cuando encuentres que alguna de estas piezas sobresale, utiliza un pequeño destornillador para apretarla.

   También es importante que engrases de vez en cuando los corchos de las espigas, si se trata de un clarinete, o el del tudel si hablamos de un saxofón, ya que con el tiempo tienden a resecarse y resquebrajarse. No es aconsejable utilizar la vaselina muy a menudo, ya que se come el corcho, sino grasa específica para corcho.

   La limpieza del instrumento ayuda a prevenir la aparición de problemas que le pueden afectar, por lo que es conveniente su limpieza por dentro y por fuera después de la práctica diaria. También es muy aconsejable no dejarlo nunca después de tocar fuera de su estuche o funda. Aunque parezca que no, el instrumento se puede resentir debido a posibles golpes o a los cambios de temperatura. 


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Consejos para armar y desarmar tu instrumento

   Este es el primero de una serie de artículos dedicados al buen mantenimiento de tu instrumento. A la hora de armar y desarmar el instrumento hay algunas cosas que debes tener en cuenta para evitar así posibles problemas.

   En el caso del saxofón comienza siempre introduciendo el tudel en el cuerpo del instrumento y fijándolo seguidamente con la clavija que hay para esto. Después, apoyando el saxofón en un lugar seguro, acopla la boquilla en el tudel. Si el corcho del tudel está muy reseco o cuesta mucho deslizar la boquilla en el mismo, aplica un poco de grasa sobre el corcho. A la hora de desarmarlo sigue los mismos pasos en sentido inverso. Es importante tener en cuenta durante este proceso procurar ejercer la mínima presión sobre las llaves con el fin de evitar desajustes. 



   Si hablamos del clarinete empezaremos uniendo la campana al cuerpo inferior, teniendo cuidado de no agarrar este cuerpo por las llaves, sino por la parte donde se encuentran las cazoletas que contienen las zapatillas más grandes del clarinete. Evitaremos así posibles desajustes. Seguidamente uniremos el cuerpo superior al inferior. Para ello debemos tapar todos los orificios del cuerpo superior de manera que la llave puente se levante y así las llaves queden perfectamente alineadas, evitando posibles torceduras de las mismas. Finalmente uniremos al cuerpo superior el barrilete y este a la boquilla. En el caso del clarinete también es importante -cuando se requiera- el uso de grasa en los corchos de las espigas.



viernes, 7 de noviembre de 2014

Breve historia del saxofón

   La creación del saxofón se debe a Adolphe Sax, un judío belga que pertenecía a una tradicional familia de fabricantes de instrumentos musicales. Patentó el saxofón en 1846 y unos años más tarde ya era profesor de este instrumento en el Conservatorio de París. Sax ya había inventado anteriormente otros instrumentos como el saxhorn, instrumento de viento metal emparentado con la tuba y el bombardino.

   Aunque es de metal, el saxofón pertenece a la familia de los instrumentos de viento madera. Esto se debe a que en su construcción combina una boquilla parecida a la del clarinete, con caña simple,  y un cuerpo cónico de oboe con un interesante mecanismo de llaves de flauta moderna, introducido por Boehm en 1847.
   Existen saxofones en siete tamaños: sopranino, soprano, alto, tenor, barítono, bajo y contrabajo.
   El sopranino, el alto, el barítono y el contrabajo están afinados en mi bemol, mientras que el soprano, el tenor y el bajo lo están en si bemol.
   La mayor parte de los saxofones tienen forma curva, excepto el sopranino que siempre es recto. En el soprano encontramos modelos tanto de un tipo como del otro.
   El saxofón apareció por primera vez en una orquesta en 1844. A principios del siglo XX algunos compositores escribieron obras para saxofón y orquesta. Este fue el caso de Claude Debussy con su Rapsodia, o de Vector Villa Lobos con su Fantasía para Saxofón Soprano y Orquesta.
   El saxofón, muy utilizado en bandas de música, también se tornó muy popular particularmente en Estados Unidos, gracias al desarrollo del jazz y a notables saxofonistas de este género como John Coltrane, Brandford Marsalis o Paul Desmond, entre otros.
 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Breve historia del clarinete

   Nos podemos remontar al antiguo Egipto para encontrar el más antiguo antecesor de los instrumentos de caña: el memet. Se trataba de un instrumento idioglótico, ya que tenía la caña cortada en el propio tubo. Otros instrumentos ancestrales fueron el aulos griegos, el cuen kan chino, el arghul árabe o el pibgorn escocés. Todos ellos eran instrumentos de caña simple.
   A partir de la Edad Media se designaba en Europa como salmoé (chalumeau) a todo instrumento de este tipo. La principal diferencia entre aquel salmoé y los primeros clarinetes era que estos últimos incorporaron una llave de registro que aumentaba considerablemente su extensión, consiguiendo sonidos más estridentes que recordaban a los de la trompeta. De ahí el nombre de clarinete (pequeño clarín), derivado de clarín, el nombre italiano para designar a la trompeta.


   Se admite que la invención de la llave de registro fue responsabilidad del alemán Johann Christoph Denner y de sus dos hijos, ya que la primera mención de este instrumento aparece tres años después de la muerte de Johann. El clarinete de Denner tenía dos llaves, pero a lo largo del siglo XVIII se le fueron añadiendo más. Mozart compuso ya obras para clarinetes de cinco llaves y hacia 1800 el clarinete ya formaba parte de la mayoría de las orquestas. Doce años después el clarinetista Iwan Müller construyó el primer clarinete de 13 llaves, con el que ya se podía tocar en cualquier tonalidad con fluidez. También fue el primero en cambiar la posición de la caña hacia abajo y ponerle una abrazadera metálica en vez del cordón que hasta entonces se utilizaba. Medio siglo después Carl Baermann añadió 5 o 6 llaves más y 50 años más tarde Oskar Öhler se basó en el modelo de Baermann para crear su propio sistema de mecanismo que todavía usan alemanes y austríacos, y que se diferencia del sistema Boehm utilizado en el resto del mundo. El
belga Adolphe Sax, inventor del saxofón, y su discípulo Eugene Albert, introdujeron grandes mejoras en el instrumento, así como los franceses Hyacinthé Klosé y Louise Auguste Buffet, que aprovecharon las ideas de Theobal Boehm, inventor de la flauta moderna, aplicándolas al clarinete. De entonces hasta hoy pocos son los cambios relevantes que se han producido en este instrumento.