miércoles, 18 de marzo de 2015

Saxofón calibrado

   En Madrid abundan los saxofonistas rumanos: los ves tocando en cualquier calle del centro, en el metro o en el Parque del Retiro, solos o en conjunto. Muchos se reunen en grandes grupos para tocar en la calle o en la casa de alguno de ellos. Rumanía, la zona de los Balcanes en general, es una tierra de gentes muy musicales.

   Hace pocos días llegó uno de estos músicos con su saxofón alto, un Yamaha Yas-62. Quería que disminuyese la distancia que hay entre las zapatillas y las chimeneas, ya que notaba una desafinación que no podía corregir con la embocadura ni desplazando la boquilla por el corcho del tudel. Le dije que en realidad no existe una distancia de abertura estándar (es frecuente que cambie de un modelo a otro) y que variarla podía influir mucho en la afinación del instrumento, pero realmente se veía a simple vista que esa abertura era desproporcionada. Aquí se puede observar la diferencia de abertura entre el Fa (todavía sin calibrar) y el Mi y el Re (ya calibrados):


   Como existen tablas sobre las distancias adecuadas para cada modelo de saxofón, generalmente en inglés, se pudo comprobar que verdaderamente este saxofón excedía en unos milímetros la abertura propia del modelo Yamaha Yas-62 en las llaves principales del instrumento. El motivo es desconocido, pero así era. De modo que todas fueron comprobadas una por una y calibradas en su justa medida.


      La abertura debe ser la adecuada. Si la distancia es excesiva desafinará; si es muy corta no solo desafinará, sino que el sonido saldrá apagado, sin alma. Una vez calibrado, ajustado y comprobado el perfecto cierre de todas las zapatillas, el saxofón quedó listo para sonar sin problemas de afinación provocados por cuestiones mecánicas.