martes, 3 de diciembre de 2019

Ajuste de flauta travesera

   Debido al desgaste provocado por el uso del instrumento, al envejecimiento de su mecanismo o al manejo brusco o descuidado del mismo, cada cierto tiempo todos los instrumentos suelen necesitar de algún ajuste para que suenen correctamente. En este caso concreto nos centraremos en el trabajo de ajuste que se le realizó a una flauta en el taller.

   Cuando presionamos una llave para cerrarla y al mismo tiempo se produce un cierre sincronizado y perfecto de otra llave, podemos decir que el instrumento está ajustado. También estará ajustado al operar con una palanca que cierre una llave a cierta distancia. Por el contrario, si una llave está desajustada encontramos que las notas afectadas suenan congestionadas o con un tono deficiente en comparación con las notas adyacentes. Tendremos que ejercer mucha presión con los dedos para que la llave pueda cerrar y la nota logre sonar con claridad.

   En la actualidad la gran mayoría de flautas para estudiantes y muchas para profesionales, están equipadas en buena parte de unos tornillos graduadores que permiten un ajuste más sencillo del mecanismo, tal y como podemos ver en el centro de esta imagen:


   Hay que tener en cuenta que ajustar una llave para cerrar una fuga de aire puede dar lugar a otra fuga, por lo que es un trabajo que hay que abordar con precaución, ya que hay que actuar de manera muy precisa. Además a menudo nos encontramos con flautas de poca calidad cuyo sistema se desajusta con facilidad. Esto último le ha dado a los tornillos graduadores cierta mala fama entre algunos profesionales, que prefieren flautas sin este tipo de tornillos. Estos instrumentos son, lógicamente, más caros y requieren ajustes de gran precisión hechos a mano.

   En el caso concreto de esta flauta, además del ajuste de algunas llaves que tenían el sistema de tornillos graduadores, necesitó también del ajuste de las llaves de Do y Do sostenido situadas en el pié del instrumento. Estas llaves no llevan ese tipo de tornillos y el trabajo debe realizarse de forma artesanal:


      Una flauta correctamente ajustada y con las zapatillas en buen estado la podremos hacer sonar sin ejercer con los dedos más fuerza de la necesaria sobre sus llaves, ya tenga un sistema de tornillos graduadores o no lo tenga. Este es uno de los aspectos fundamentales para el buen funcionamiento de la flauta.  



     

miércoles, 30 de octubre de 2019

Zapatillas de corcho en el clarinete y en el oboe

   ¿Que beneficios e inconvenientes tienen las zapatillas de corcho en el clarinete y en el oboe? ¿Por qué las encontramos solo en algunas llaves y no en todas? ¿Afectan a la calidad del sonido del instrumento?

   Una de las principales ventajas de las zapatillas de corcho es su perdurabilidad. Si se instalan correctamente pueden durar mucho tiempo ya que prácticamente no se desgastan. Eso si, debemos escoger un tipo de corcho que sea firme, plano y que no tenga poros ni grietas. Si es así y los agujeros del instrumento se encuentran en buen estado, el sellado de las zapatillas de corcho será perfecto, evitándose fugas de aire.

   Algunos clarinetistas y oboístas encuentran que con este tipo de material el sonido del instrumento es un poco más brillante, ya que el corcho tiende a reflejar más el sonido, mientras que la piel de vejiga y el cuero lo absorben un poco. En la imagen siguiente podemos ver estos tres tipos de zapatillas (corcho, cuero y piel de vejiga):


      Este tipo de zapatillas es muy común en los oboes (generalmente exceptuando las zapatillas más grandes). En los clarinetes es muy habitual en la llave de la octava, aunque tampoco es raro encontrarlas en casi todas las llaves del cuerpo superior (excepto la llave Si bemol/Mi bemol, pues para la digitación 1/1 debería ser del mismo material que su correspondiente inferior, que suele ser de piel o de cuero).

   La razón por la que este tipo de zapatillas es más corriente en la parte superior de estos instrumentos que en la inferior, es que el corcho se seca más rápidamente, eliminando el agua y la humedad que afectan más intensamente a las zapatillas situadas cerca de la boquilla. Si rara vez en ambos instrumentos las vemos instaladas en las cazoletas más grandes, esto es debido a que cuanto más grande es la zapatilla más difícil resulta asegurarse de que la zapatilla quede bien plana y selle correctamente contra el orificio. Por eso también es más común verlas en los oboes que en los clarinetes, pues el tamaño de las cazoletas es menor en los primeros que en los segundos.

   Por último, otra razón por la que este tipo de zapatillas no se suelen utilizar en las cazoletas más grandes es porque el corcho se endurece con el tiempo y produce más ruido del recomendable al golpear los orificios.    

viernes, 27 de septiembre de 2019

La llave de la octava en el saxofón

   La mecánica para el funcionamiento de la llave de la octava realmente no es tan complicada como parece, aunque cuanto más antiguo sea el instrumento más complejo será este mecanismo. Algunos diseños de esta llave en saxofones antiguos rozan lo surrealista a simple vista, pero si se comprenden los principios operativos de su funcionamiento se verá que no lo son tanto.

   En este artículo nos centraremos en el funcionamiento del mecanismo más común en los saxofones modernos y para eso empezaremos por mencionar las cuatro partes principales de las que consta, que son la pieza del pulgar con la que presionamos; la llave de octava del cuerpo, que se abre entre las notas Re y Sol; la llave del tudel para las notas La y superiores; y por último el brazo giratorio. Este último es el más interesante, pues se subdivide a su vez en tres partes unidas por un tornillo pasador y por tres pasadores exteriores de forma redondeada. La parte central conecta a la llave del cuerpo, la llave superior a la del tudel y la inferior a la llave del pulgar.

   Se trata de un mecanismo elegante a la vez que simple, pero que presenta sus problemas, generalmente derivados del desgaste. También requiere un cierto grado de precisión para funcionar correctamente, razón por la cual algunos mecanismos giratorios mal fabricados pueden ser muy problemáticos.

   Cuanto toquemos cualquier nota por encima del Sol agudo podremos observar que al descansar el pie de la llave Sol sobre la cazoleta de la llave de octava del cuerpo, esta no se abre, por lo que la fuerza se transmite a través del brazo giratorio hasta el extremo del mismo y eleva la llave del tudel. Veremos también que en su funcionamiento siempre hay una pequeña cantidad de juego libre, ya que si no fuese así el sistema funcionaría de manera lenta.



   Al presionar la pieza táctil y la llaves de Re a Sol, se elevará el pie de esta última que presiona la llave de octava del cuerpo, liberándola y provocando a su vez que se eleve. En este caso la fuerza que ejercemos no llega a la parte superior del mecanismo giratorio, transmitiéndose solo hasta la parte central del mismo.

   En realidad este sistema se basa en un simple equilibrio de poder. Cuando aplicamos la presión hacia abajo en el extremo del brazo giratorio, la fuerza busca el camino de menor resistencia. Si el pie de la llave Sol (debido a la presión que ejerce el muelle que acciona esta llave) presiona la llave de octava del cuerpo, la fuerza de la pieza táctil toma la ruta más fácil a través de la pieza giratoria hasta llegar a la llave del tudel. En el momento en que presionemos la llave Sol liberaremos la llave de octava del cuerpo y esta se elevará con facilidad al fluir la fuerza hacia la parte central, cerrándose al mismo tiempo la llave del tudel.

   Por último señalar la importancia de que la tensión de los muelles de la llave del tudel y de la llave Sol esté bien equilibrada, pues de lo contrario se puede provocar que ambas o una de las dos llaves de la octava no abran lo suficiente.     

viernes, 30 de agosto de 2019

Flauta de 5 llaves del siglo XIX

   En este caso presentamos la restauración y reparación de una antigua flauta Jerome Thibouville Lamy fabricada en París en la segunda mitad del siglo XIX o como muy tarde en 1900. La casa Thibouville fabricó instrumentos musicales de viento y de cuerda desde 1867 hasta 1950. Tenían 5 fábricas donde trabajaban más de 1.000 operarios y también abrió sucursales en Londres y París. Su fundador, Jerome, provenía de una dinastía familiar de fabricantes de instrumentos de viento de La Couture, una población conocida especialmente por la fabricación de flautas.

   Esta flauta en concreto tiene un mecanismo simple de 5 llaves (Re sostenido, Fa, Sol sostenido, Si bemol y Do). Fue fabricada con madera de granadilla y se trata de un modelo que fue bastante popular en Francia durante el siglo XIX. El instrumento necesitaba de una restauración completa, ya que llevaba décadas sin utilizarse y su deterioro era notable.


   Por lo tanto hubo que proceder a una limpieza general, cambio de corchos de la espiga y de las zapatillas, engrase de tornillos pasadores, sellado de grietas en la madera y cambio del corcho del cabezal. La corona en la que se encuentra este último corcho, como se puede comprobar en las siguientes imágenes, tiene unas características diferentes a las de las flautas actuales.




   Una vez le fueron realizados los trabajos necesarios, la flauta quedó de nuevo en óptimas condiciones para su uso.

 

miércoles, 31 de julio de 2019

Limpieza y engrase de los tornillos de un clarinete

   La limpieza y engrase de los tornillos y pasadores de los instrumentos es uno de los trabajos más importantes para mantenerlos en buenas condiciones. Es aconsejable realizar este trabajo de mantenimiento una vez al año, ya que si no los tornillos se pueden oxidar e impedir el funcionamiento de las llaves.

   La función del aceite es proteger las superficies metálicas interiores de las llaves que están en contacto con los tornillos. Antes de aplicar el aceite se desmontan las llaves y se lleva a cabo una limpieza a fondo de las piezas, para después aplicar una fina película de aceite entre la llave y el tornillo. Esta película de aceite sirve como lubricante, permitiendo que los componentes metálicos se muevan suavemente, sin entrar en contacto directo entre si. De esta forma, al reducir la fricción, se reduce también el desgaste de las piezas. Otro beneficio adicional del aceite es que, dado que este también protege al metal de la humedad y del aire, evita la oxidación y la corrosión.



   El aceite debe aplicarse en su justa medida, ya que demasiada cantidad tampoco es beneficioso. Pero si no se lleva a cabo este trabajo de vez en cuando, los tornillos acabarán generando ruidos innecesarios, oxidándose y/o produciendo holguras en el enclave de las llaves.   

miércoles, 26 de junio de 2019

Saxofón: el eterno problema del Sol #

   Vaya por delante que el caso de tu saxofón no es el único. Da igual que lleves décadas tocando con el mismo instrumento o que lo hayas comprado hace una semana. Da igual que hayas comprado el saxo más caro chapado en oro o el más barato de importación asiática. Es muy probable que de repente te des cuenta de que el Sol # se niega a despegar su pegajosa zapatilla de la chimenea. Pero no entremos en pánico. Esto es algo que se puede corregir fácilmente.

   En primer lugar nos ayudará bastante comprender la mecánica de como funciona la llave del Sol # y como interactúa con otras llaves del saxofón. La mayoría de las llaves del instrumento están abiertas, es decir, hay que presionarlas para que cierren. No ocurre esto con todas. Hay algunas llaves que, para que suene la nota deseada, hay que presionarlas para que se abran.

   Esta es la razón por la que a veces estas llaves cerradas se quedan pegadas. Mientras tocas el aire se va condensando y, en combinación con la saliva, va acumulándose un residuo pegajoso en la zapatilla. Lógicamente el problema es mayor en las zapatillas de llaves cerradas que en aquellas que se encuentran al aire.

   En este sentido la llave del Sol # tiene una particularidad que no tienen otras llaves cerradas, exceptuando la del Do # grave, y es que está compuesta por dos partes. La primera pieza es la parte táctil, la que presionamos con el dedo meñique de la mano izquierda. La segunda es la cazoleta donde va colocada la zapatilla. La primera tiene un brazo que actúa como una palanca que mantiene cerrada a la segunda hasta que la presionamos y se abre. Esto significa que la parte que actúa como palanca requiere de un muelle fuerte que actúe en una dirección, mientras que la cazoleta necesita un muelle ligeramente más débil que actúe en la dirección contraria. Cuando la zapatilla acumula demasiado residuo y se vuelve pegajosa, tenemos el problema: el muelle más débil no tiene la suficiente fuerza para abrir la cazoleta.


   ¿Las soluciones para esta circunstancia? En primer lugar hay que utilizar algunas medidas preventivas, como son limpiar el interior del saxofón con un pañuelo limpiador con contrapeso y poner papel secante en las zapatillas de las llaves de Sol # y Do # después de tocar.

   Si a pesar de estas medidas preventivas se presenta el problema, hay algunos productos en el mercado que nos pueden ser muy útiles y que podemos encontrar tanto en tiendas físicas de instrumentos musicales como en webs que venden diversos accesorios de este tipo, tales como los papeles recubiertos con talco o los líquidos limpiadores de zapatillas. Un método más casero es el uso de la gasolina para mecheros Zippo, vertiendo un poco sobre papel de fumar o sobre un bastoncillo para los oídos. 

   Estos métodos no son infalibles pero suelen dar buen resultado. En cualquier caso espero que sirva de ayuda si os encontráis con este problema y si a pesar de todo persiste, en ese caso lo apropiado es llevarlo al taller, pues podría tratarse de otro tipo de problema relacionado con los muelles o con la propia llave. 
   

miércoles, 29 de mayo de 2019

El facilitador del Mi agudo en las flautas

   El facilitador del Mi agudo en la flauta es un dispositivo que ayuda a dominar dicha nota en este instrumento. Se trata de una placa colocada en la chimenea del Sol y que la cierra parcialmente. En la actualidad, la mayoría de las flautas que poseen este dispositivo tienen una abertura de forma circular en el centro, con forma de donut o de arandela. Sin embargo en otras flautas la abertura se encuentra en uno de los lados en forma de media luna. Parece ser que este último diseño fue creado por la casa Powell hace unos 28 años, pero debió extenderse a otras marcas, ya que este último es el caso de una flauta Haynes que llegó al taller para una reparación general. Su propietaria me confirmó que esa placa en forma de media luna fue colocada hace bastantes años por su profesor de flauta. En este caso la placa se desprendió y debió de ser colocada de nuevo en su posición original.


   Al parecer existe cierta controversia entre quienes están a favor y en contra de este dispositivo. Los más puristas lo rechazan, mientras que para otras personas es una maravilla. La cuestión es que el disco partido en la nota Sol ayuda a facilitar el Mi agudo, ya que la llave del Sol permanece abierta cuando se está tocando el Mi. Por otra parte hay que decir que esta pieza no limita significativamente las otras notas del instrumento. 

   Este tipo de discos son fáciles de instalar y suelen estar fabricados en materiales como el aluminio o de plásticos como el delrin. Además, técnicamente se puede agregar o eliminar esta función en cualquier momento sin gran coste.     

martes, 30 de abril de 2019

Diferencias entre clarinetes de sistemas Boehm y Oehler

   Si nos remontamos atrás en el tiempo, los primeros clarinetes tenían un sistema simple con 2 o 3 llaves, pero a medida que los compositores se volvieron mas exigentes con los clarinetistas, los fabricantes de clarinetes tuvieron que ir agregando más llaves para satisfacer esa demanda. Surgían mas alteraciones en la ejecución con digitaciones que requerían innovaciones en la mecánica para poder llevarse a cabo. A mediados del siglo XIX ya estaban muy extendidos los clarinetes de 13 llaves como el que aparece en la imagen.


   Durante esta evolución surgieron varios sistemas según su mecanismo, pero hay dos que son los más extendidos: el sistema Oehler y el sistema Boehm. El primero, también conocido como alemán, es muy utilizado en Alemania, Austria y algunos países de Europa del Este, el segundo (llamado también sistema francés) es más usado prácticamente en el resto del mundo; aunque podemos decir que ambos se pueden encontrar en cualquier país y por eso es cada vez más común encontrar clarinetes de sistema alemán en España.


   El clarinete de la imagen tiene el sistema creado por Oskar Oehler, un clarinetista de la Filarmónica de Berlin que diseñó este sistema a principios del siglo XX. Lo hizo para perfeccionar un sistema anterior conocido como Albert, añadiendo nuevas llaves y cambiando la localización de algunas, consiguiendo así una mayor perfección sobre la afinación y la calidad tonal del instrumento. Su mecanismo está compuesto por 22 llaves, 5 anillos y 4 rodillos. Además la boquilla es más larga que la utilizada en el sistema Boehm y podemos considerar el sonido del instrumento como más denso.

   El sistema creado por Tehobald Boehm para la flauta fue aplicado al clarinete por el clarinetista y compositor francés Hyacinthe Klosé en 1843, cuando se presentó el nuevo sistema al público. Añadió al instrumento 6 anillos móviles (algunos tiene solo 5, como el de la siguiente imagen) y eliminó digitaciones cruzadas o bifurcadas que dificultaban la ejecución de diversos pasajes, modernizando así el instrumento.


   El clarinete Boehm consta de 17 llaves (o 18 si tiene la de Mi bemol grave) y se caracteriza por la claridad de su timbre. 

   A pesar de sus diferencias, ambos sistemas son igualmente válidos a la hora de interpretar música. Las preferencias por uno u otro sistema dependerán de las preferencias y gustos de cada persona.



    

viernes, 8 de marzo de 2019

Mecánica de saxofón vintage

   En los saxofones que se construyeron hace décadas encontramos algunas diferencias en la mecánica que llaman la atención respecto a la mecánica de los saxofones actuales. Un ejemplo es encontrar las chimeneas de la campana en la parte izquierda en vez tenerlas en la derecha. Al parecer fue Selmer la primera casa que comenzó a fabricar saxofones con las chimeneas en el lado derecho y en poco tiempo se generalizó.

   En este caso concreto hablamos de un saxofón tenor Buffet que llegó al taller para una puesta a punto, pero que ya presentaba las chimeneas de la campana en la parte derecha. Sin embargo, tenía otras peculiaridades que ponen de manifiesto que nos encontramos ante un saxofón vintage. Las más llamativas son la existencia de la llave de trino para la mano derecha del Sol sostenido y el Mi bemol bifurcado.

   Si nos fijamos en la primera llave mencionada, observaremos en la siguiente imagen que entre el Fa y el Mi encontramos una llave intermedia. Esta es la llave de trino de Sol sostenido y que al ser pulsada manteniendo al mismo tiempo pulsada con el meñique izquierdo la misma nota, podremos comprobar que la cazoleta de esta nota se levanta.

  
   Si nos fijamos en el tercer pulsador de nácar que aparece en la imagen (el correspondiente a la nota Mi), nos encontraremos con que esa llave no se encuentra soldada a la cazoleta. Al presionar ese pulsador abrimos, mediante un mecanismo un tanto complejo, una pequeña cazoleta que se encuentra en el lado opuesto a la llave de Re y que aparece en la siguiente imagen. También observamos en la cazoleta de Mi un brazo que llega hasta el pulsador del Re, de manera que al accionar esta última nota cerramos también la del Mi. 


   Este mecanismo era el conocido como Mi bifurcado y permitía hacer el trino Re-Mi bemol levantando el dedo medio sin necesidad de utilizar el meñique pulsando la llave de Mi bemol.

   Este tipo de mecanismos nos pueden parecer hoy en día arcaícos y anacrónicos, y probablemente desaparecieron de la fabricación porque su coste no compensaba su funcionalidad y su beneficio; pero no por ello dejan de tener ese encanto tan propio de unos instrumentos construidos en otra época.  

jueves, 24 de enero de 2019

La embocadura de la flauta

   A diferencia de otros instrumentos de viento madera, la flauta es el único de sus miembros que no utiliza caña, tal y como sucede en saxofones, clarinetes u oboes. En la flauta el papel de la caña lo realizan los labios del propio músico; es el conducto a través del cual el aire viaja hacia el instrumento. La forma y la apertura de los labios ayuda a canalizar el flujo de aire y regular su velocidad y dirección.

   El sistema es muy simple: un agujero que se encuentra en un tubo cerrado en uno de sus extremos es suficiente para generar sonido Este sistema de emisión de sonido es sin duda el más antiguo y sencillo de todos los instrumentos de viento. 

   Aparte de existir diferentes formas de agujeros en la embocadura de la flauta (más circulares unos, otros más ovalados), existe una diferencia entre las embocaduras de las flautas de madera y las de metal. En las primeras el agujero se suele encontrar horadado en el propio tubo de madera. Si llevan placa de metal suele ser muy fina. En las segundas observamos que la embocadura es una placa de metal más gruesa unida a la cabeza de la flauta.


   La explicación a esto es que la placa se creó para que la flauta de metal tuviese en ese punto el mismo grosor que una flauta de madera. Hay que tener en cuenta que los tubos de las flautas de madera son siempre más gruesos que los de las de metal. Fue Theobald Boehm, el pionero de la flauta de metal, quien agregó esa placa con el fin de facilitar la ejecución del instrumento.