viernes, 15 de diciembre de 2017

Homenaje a los músicos callejeros

   Frecuentemente vienen aquí músicos callejeros a traer sus instrumentos para reparar. Madrid, como otras grandes ciudades, está lleno de estos artistas. Los puedes encontrar tocando en las calles, en las plazas, en los parques, en el metro... Con suerte los llaman de vez en cuando para tocar en bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños, etc. Todos los días, haga frío o calor, el músico callejero sale con su instrumento a ganarse el pan. Los conozco bien, me cuentan sus historias y sé que su vida no es nada fácil. Algunos son músicos extraordinarios, otros no lo son tanto, pero creo que todos son profesionales de la música, ya que esa es su profesión, a la que están dedicados en cuerpo y alma.


   Para el músico callejero su instrumento es el medio para ganarse la vida. Que deje de sonar por cualquier motivo es un contratiempo importante. No es como perder una o dos clases de música, o uno o dos ensayos con la banda. Para él significa quedarse sin su medio de vida durante uno o varios días, sin nada que hacer. Por eso suelen venir muy apurados, como si se tratase de algo muy urgente. Realmente lo es y por eso tratamos de que el instrumento este listo lo antes posible. Si se trata de algo que no requiere mucho tiempo, es posible que se lo lleven reparado después de unos minutos.



   El músico callejero vive en la precariedad económica y por eso suele pedir tan solo lo estrictamente necesario para que su instrumento se mantenga en funcionamiento. Es el caso del clarinete que trajo el otro día mi amigo Francesco y que aparece en la imagen. "Cambia cinco zapatillas del cuerpo de arriba y ajusta el mecanismo de la llave del Si, que no me suena bien", me dijo. Es un clarinete con muchos más problemas, como la llave del Re sostenido de la mano derecha a la que le falta el apoyo; pero el músico de la calle tiene pocos recursos económicos y los demás problemas los solventa como mejor puede. Incluso regatea el precio. Es comprensible.

   Estos músicos, como todos los demás, siempre serán bien recibidos y atendidos en este lugar. Son músicos por necesidad, pero sobre todo por vocación y esta ciudad no sería lo mismo sin ellos. Vaya este artículo en su homenaje.