jueves, 24 de enero de 2019

La embocadura de la flauta

   A diferencia de otros instrumentos de viento madera, la flauta es el único de sus miembros que no utiliza caña, tal y como sucede en saxofones, clarinetes u oboes. En la flauta el papel de la caña lo realizan los labios del propio músico; es el conducto a través del cual el aire viaja hacia el instrumento. La forma y la apertura de los labios ayuda a canalizar el flujo de aire y regular su velocidad y dirección.

   El sistema es muy simple: un agujero que se encuentra en un tubo cerrado en uno de sus extremos es suficiente para generar sonido Este sistema de emisión de sonido es sin duda el más antiguo y sencillo de todos los instrumentos de viento. 

   Aparte de existir diferentes formas de agujeros en la embocadura de la flauta (más circulares unos, otros más ovalados), existe una diferencia entre las embocaduras de las flautas de madera y las de metal. En las primeras el agujero se suele encontrar horadado en el propio tubo de madera. Si llevan placa de metal suele ser muy fina. En las segundas observamos que la embocadura es una placa de metal más gruesa unida a la cabeza de la flauta.


   La explicación a esto es que la placa se creó para que la flauta de metal tuviese en ese punto el mismo grosor que una flauta de madera. Hay que tener en cuenta que los tubos de las flautas de madera son siempre más gruesos que los de las de metal. Fue Theobald Boehm, el pionero de la flauta de metal, quien agregó esa placa con el fin de facilitar la ejecución del instrumento.