martes, 12 de diciembre de 2023

Soldadura en el tudel de un saxofón

   Una de las reparaciones más habituales en los saxofones es la soldadura de ciertas piezas, como por ejemplo la de los pilares que sostienen a las llaves. Aunque no es tan habitual, tampoco es extraño que la pieza a soldar sea, como en el caso que nos ocupa, la soldadura de una junta de espiga al cuello del tudel.

   Lo más importante a la hora de realizar esta reparación es que las piezas encajen perfectamente, de forma que después de soldarlas el tudel no presente ninguna fuga de aire. Una fuga, por pequeña que sea, podría octavar el sonido del saxofón o, cuando menos, producir un sonido apagado a la hora de tocar. Una vez soldadas las piezas también es importante comprobar que el ángulo del tudel no haya cambiado ligeramente provocando que la llave de la octava no cierre completamente.


   Aunque esta fue la reparación más llamativa de este saxofón, el instrumento necesitó de otras operaciones para su buen funcionamiento, como fueron ciertos ajustes en el funcionamiento del mecanismo y la eliminación de fugas de aire en el cierre de algunas zapatillas. Una vez realizadas estas reparaciones el saxofón quedó de nuevo en perfectas condiciones para su uso.


  

lunes, 6 de noviembre de 2023

Origen de las bandas de música

   Las bandas de música, entendidas como agrupaciones de músicos que tocan instrumentos de viento y de percusión, son casi tan antiguas como la propia música. En las antiguas civilizaciones (Egipto, Mesopotamia, China, etc.) surgieron las primeras bandas asociadas a los ejércitos. El episodio bíblico de la conquista de Jericó, pese a su más que dudosa veracidad histórica, podría servirnos de ejemplo. Las murallas de la ciudad asediada se derrumban cuando al séptimo día los sacerdotes del Arca de la Alianza hacen sonar sus trompetas de cuerno de cordero.

   Los antiguos romanos fueron quienes nos dejaron más documentación sobre las bandas de música. Gracias a esos documentos se sabe que aquellas bandas contaban con una reducida cantidad de músicos y con una escasa variedad de instrumentos. Sus instrumentos principales eran de tres tipos: la tuba (que no era como la actual, sino que consistía en una trompeta de tubo recto), la corneta y la bocina. Iniciaban las batallas haciendo sonar sus instrumentos.

   Cada instrumento tenía también su propia función. La tuba llamaba a los soldados al combate o a la retirada; el toque de corneta servía para hacer indicaciones a los portadores de los estandartes, mientras que en época imperial la bocina quedo reservada para anunciar la presencia del emperador o la ejecución de la pena capital para un legionario.

   En la época medieval aquellas primitivas bandas de música se diversificaron según su finalidad y se agregaron nuevos instrumentos (flautas, sacabuches, clarines, gaitas, chirimías…). Aunque la Iglesia solo aceptaba en sus ceremonias la música cantada y se resistió durante mucho tiempo a aceptar los instrumentos de viento (que consideraba asociados a los elementos más inmorales de la sociedad), poco a poco fue contratando los servicios de bandas de música para procesiones e incluso para coronaciones papales.

                                                                   


   Con el desarrollo de las ciudades a partir del siglo XII y el establecimiento en ellas de los juglares (hasta entonces itinerantes por las cortes y aldeas) fueron surgiendo lo que podríamos llamar bandas de música de carácter cívico, dedicadas a tocar en eventos que iban desde bailes o fiestas populares hasta desfiles de prisioneros o de prostitutas a quienes iban azotando por las calles. Florencia tenía una banda de música que era pagada regularmente y a cuyos músicos ya se les exigía tener uniformes tanto de verano como de invierno.

   La función militar de las bandas de música siguió presente y en esa época los europeos quedaron fascinados con los instrumentos y los sonidos exóticos de las bandas de música sarracenas que descubrieron tanto en las Cruzadas como en la Reconquista. Especial atención les causaron los instrumentos de percusión tales como tambores, timbales, bombos y triángulos, que pronto fueron incorporados a las bandas de toda Europa.

   El Renacimiento -con el auge de la polifonía, los primeros métodos de enseñanza para tocar instrumentos y  la música escrita con fines instrumentales por compositores-  supondrá una revolución en el terreno musical que afectará a las bandas de música de manera crucial. Pero esto ya forma parte de otra etapa que sobrepasa el objeto de este artículo.


jueves, 21 de septiembre de 2023

Desbloqueo de las llaves de una flauta

   En ocasiones los cambios de temperatura, de humedad o el agua afectan a los mecanismos de los instrumentos de viento de tal manera que dejan de funcionar normalmente. Este fue el caso de una flauta travesera que pasó por el taller recientemente. Pese a que todos los muelles estaban correctamente anclados a las llaves, una sección de estas (en concreto la de las notas de La y Sol) se movían todas a la vez al presionar una sola de ellas, lo cual sugería que había un problema con el eje al que están conectadas.

   Este tipo de fallo puede tener dos causas principales. Una puede ser un golpe, por pequeño e imperceptible que sea a simple vista. La otra, como era en este caso en concreto, puede ser debida a que el eje esté obstruido por óxido o suciedad, que suelen ser provocados a menudo por los cambios ambientales anteriormente mencionados.




   Para solucionar el problema nunca se debe echar lubricante a las llaves afectadas. Es como echar gasolina a un incendio. En este caso hubo que desmontar toda la sección de llaves afectada, sacando para ello los diminutos pasadores que cruzan el eje. Estos pasadores son los que conectan las llaves entre si para que las distintas combinaciones de notas suenen adecuadamente. Por supuesto no es aconsejable que nadie sin experiencia en la mecánica se arriesgue a realizar esta operación en su instrumento, ya que se podría meter en un verdadero problema.




   Una vez desbloqueado el funcionamiento de las llaves y el eje, se volvió a colocar cada pieza en su lugar y el mecanismo volvió a operar sin ninguna dificultad.  

jueves, 27 de julio de 2023

¿Como afecta el calor excesivo al clarinete?

    La temperatura ideal para el clarinete se encuentra alrededor de los 21 grados. Conforme la temperatura aumente o disminuya cada vez más alejándose de ese umbral, resultará más problemática para el instrumento. En esta publicación trataremos sobre como afectan las altas temperaturas del verano al instrumento.

   En primer lugar hay que tener en cuenta que la madera se dilata con el calor, lo que en principio puede provocar que la madera se hinche, dando lugar a problemas como, por ejemplo, la dificultad al ensamblar las distintas partes del clarinete. Sin embargo el efecto de las altas temperaturas sobre la madera va ligado al grado de humedad. Si la humedad es baja se producirá una disminución de sus dimensiones por contracción, por lo que el efecto del calor quedará prácticamente anulado. En cambio, si nos encontramos en una zona donde se combinan las altas temperaturas con un alto índice de humedad, si que nos podremos encontrar con problemas como el mencionado anteriormente.

   Así mismo las llaves del clarinete pueden sufrir con las altas temperaturas. El calor dilata también el metal, lo que puede ocasionar que algunas llaves tengan un retorno más lento o se queden bloqueadas. Esto ocurre en muchos casos porque al aumentar de tamaño quedan demasiado comprimidas entre los pilares que las sostienen, provocando su retardo o bloqueo. En otras ocasiones este efecto es debido a la dilatación de los tornillos que las sujetan.



   Otra consecuencia de las altas temperaturas es el exceso de sudor, que con el tiempo corroe los acabados externos del instrumento. El sudor contiene sales y ácidos nocivos que pueden dañar las llaves, la madera e incluso provocar que los muelles se oxiden y se rompan prematuramente. En este sentido es aconsejable mantener limpio el instrumento después de tocar o mientras se toca, utilizando para ello una gamuza o bayeta.

   En definitiva se trata de aplicar algunas pautas de sentido común para que el clarinete se vea afectado lo menos posible por el exceso de calor, como son el desmontarlo y guardarlo siempre después de tocar, mantenerlo en la habitación térmicamente más fresca o neutral de la casa, no dejarlo bajo la luz del sol o dentro del automóvil, o mantenerlo lo más limpio posible.     

miércoles, 21 de junio de 2023

El corcho del tudel del saxofón




       El corcho del tudel es una pieza muy importante en el saxofón, ya que evita que el aire se escape de la boquilla. Un corcho defectuoso puede resultar fatal para el funcionamiento del saxofón, por lo que tendrá que ser reparado o restaurado para que cumpla su función correctamente.



   Los corchos requieren de un engrase periódico porque son propensos a desgastarse por la fricción cuando colocamos la boquilla alrededor de ellos. A medida que el corcho se va desgastando comienzan los problemas de fugas de aire. Si la boquilla queda suelta a su alrededor y el corcho presenta signos visibles de desgaste, esto será un indicador de que es necesario reemplazarlo. También lo será si se observa que se ha desprendido algún trozo de este accesorio.



   El reemplazo del corcho del tudel se debe hacer con el material adecuado, ya que no sirve cualquier tipo de corcho. Se utiliza corcho laminado, que puede ser natural o sintético. Es una operación que se realiza en poco tiempo. Una vez reemplazado se comprobará que la boquilla encaja perfectamente en el nuevo corcho, sin holgura, pero que al mismo tiempo es posible desplazarla girándola suavemente hacia dentro. El utilizar un poco de grasa para corcho facilitará esta maniobra, necesaria no solo para que no se escape el aire, sino también para la afinación del instrumento. 





 

 

 

  



jueves, 11 de mayo de 2023

¿Es la flauta o soy yo?

   En esta publicación analizaremos algunos de los problemas comunes que se pueden presentar al tocar y que nos pueden hacer dudar sobre si el problema es de la propia flauta o es nuestro. Veamos algunos de los más frecuentes:

Verificar desajustes presionando las llaves son suavidad

   Si al presionar la llave del Si bemol del pulgar, la del índice derecho de la misma nota y la palanca derecha que está sobre la llave del Fa, al tocar no suenan igual de claras, el problema es técnico.

   Si al presionar las llaves del Fa, Mi o Re con los dedos de la mano derecha, la llave más arriba del Fa, no baja al mismo tiempo, el problema es técnico. Del mismo modo lo es si no cierran con la misma presión. Esto también serviría para las llaves del La junto a la del Si bemol, las dos del Sol y las del Do sostenido y Do al tocar esta última nota.



Desgaste o rotura de las zapatillas

   Si la flauta no suena o proyecta mal el sonido, puede también deberse a que tenga zapatillas rotas o muy desgastadas. Esto se puede comprobar girando el instrumento y observando el estado de las zapatillas. Si hay una o varias rasgadas, con roturas en la superficie o demasiado desgastadas, el problema es del instrumento.

Zapatillas con fugas de aire

   Si al tocar las notas de forma cromática hacia abajo tienes que hacer más presión de lo normal en una de las llaves para que suene igual de clara, esto se deberá a que la zapatilla de esa llave tiene una fuga de aire. Estaremos pues, de nuevo, ante un problema técnico.

   Después de todo esto, evidentemente el problema puede ser nuestro (especialmente en aquellas personas que todavía se están formando en el uso del instrumento). Pero si presenta alguno de los problemas que hemos visto, hay que tener en cuenta que estos ocurren como resultado del simple uso o del manejo descuidado del instrumento. Tras revisar todas estas cosas podrás tener una idea más clara del tipo de reparación que necesita la flauta.

 



  

    

martes, 11 de abril de 2023

Un fagot con dos siglos de historia

   Los viejos instrumentos musicales tienen encanto y carácter. Tienen mucho que enseñarnos sobre la música escrita en los tiempos en que fueron hechos. Es el caso de este fagot que pasó por el taller recientemente. Se trata de un fagot de las primeras décadas del siglo XIX, Este instrumento conserva todavía excelentemente tanto la madera como las llaves, aunque necesitaba de una puesta a punto general, requiriendo especialmente el cambio de las zapatillas y de los corchos, tanto de espiga como de apoyo.




   Este fagot, dividido como los actuales en las cinco secciones que lo componen, presenta sin embargo un sistema de llaves más reducido y simple, y su construcción data de alrededor de 1820. Lógicamente se trata de un instrumento más complicado de tocar que los actuales fagots debido precisamente a la austeridad de su mecánica.

   Por último, señalar que la construcción de este instrumento pertenece a la casa Thomas Key, una firma que se desarrolló en Londres entre los años 1805 y 1858, siendo en ese año vendida a la casa Rudall, Rose & Carte. Thomas Key fue un gran fabricante de instrumentos de viento tanto de madera como de metal, contando para ello con una abultada plantilla de trabajadores especializados, además de ser editor de música.

lunes, 6 de marzo de 2023

El apoyapulgar del clarinete

   En muchos casos los agujeros de los tornillos que sujetan el apoyapulgar en los clarinetes se dan de si, ensanchándose y provocando que dicho apoyo se mueva y acabe cayéndose. Este problema puede tener diversas soluciones, pero en ocasiones como la que vamos a ver ahora, la persona dueña del instrumento decide cambiar su antiguo apoyapulgar clásico por uno más moderno. 


   En este caso se optó por instalar un apoyapulgar Ton Kooiman Etude 3. Como los agujeros del antiguo apoyapulgar estaban dañados, decidimos taladrar nuevos agujeros (en este caso fueron 4) para instalar la placa.


   Una vez sujeta la placa procedimos a instalar el cuerpo principal del apoyo para el pulgar, el cual se desliza con bastante facilidad, pudiendo así fijar la altura del pulgar a gusto del clarinetista.


   Estos nuevos modelos de apoyapulgares aparecieron hace unos cuantos años y cada vez son más habituales, especialmente entre profesionales, aunque no todo el mundo los prefiere. Quienes los utilizan destacan ventajas como su comodidad, equilibrio, mejora de la posición de la mano, prevención de lesiones y alivio de la presión sobre el pulgar. 

martes, 10 de enero de 2023

¿Que mantenimiento básico necesita un saxofón?

   Esta pregunta me la hacen habitualmente y la respuesta corta es: mantén el instrumento limpio.

   Hay dos cosas importantes y a la vez sencillas que ayudan mucho a que un saxofón esté en buenas condiciones para sonar. Si comes o bebes algo antes de tocar, tu saliva transportará restos de esa comida y bebida a través de la boquilla y del tudel hasta el cuerpo del saxofón. Estos residuos recubrirán lentamente las zapatillas, acortando su vida útil y aumentando la probabilidad de fugas.

   Evidentemente no siempre nos vamos a cepillar los dientes antes de tocar, pero un simple enjuague con agua o procurar evitar comer y beber antes, ayudarán a prolongar el buen estado del instrumento.



   Hay otra cosa adicional que es de gran ayuda para mantener limpio el saxofón: cuando termines de tocar, limpia la boquilla, el tudel y el cuerpo del instrumento. Especialmente en el tudel te tienes que asegurar de que sea con una gamuza lo suficientemente pequeña para que no se quede atascada dentro. Y a ser posible deja la gamuza fuera del estuche del saxofón hasta que se seque, pues guardarla con humedad aumenta la probabilidad de corrosión y de que las zapatillas se peguen.

   Espero que estas sugerencias básicas de mantenimiento ayuden a mantener tu saxofón en buenas condiciones para tocar.