Luthier Roberto Belda. Reparación y mantenimiento de instrumentos musicales de viento (clarinete, saxofón, flauta, oboe, fagot...). Tfno. y whatsapp 615 11 57 52. EMAIL: brujoinstrumental@gmail.com. Calle Montera, 32, 4º, 6B. 28013 Madrid. Nuestro horario de apertura es de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas de lunes a viernes, previa cita.
martes, 12 de diciembre de 2023
Soldadura en el tudel de un saxofón
lunes, 6 de noviembre de 2023
Origen de las bandas de música
Las bandas de música, entendidas como agrupaciones de músicos que tocan instrumentos de viento y de percusión, son casi tan antiguas como la propia música. En las antiguas civilizaciones (Egipto, Mesopotamia, China, etc.) surgieron las primeras bandas asociadas a los ejércitos. El episodio bíblico de la conquista de Jericó, pese a su más que dudosa veracidad histórica, podría servirnos de ejemplo. Las murallas de la ciudad asediada se derrumban cuando al séptimo día los sacerdotes del Arca de la Alianza hacen sonar sus trompetas de cuerno de cordero.
Los antiguos romanos fueron quienes nos dejaron más documentación sobre las bandas de música. Gracias a esos documentos se sabe que aquellas bandas contaban con una reducida cantidad de músicos y con una escasa variedad de instrumentos. Sus instrumentos principales eran de tres tipos: la tuba (que no era como la actual, sino que consistía en una trompeta de tubo recto), la corneta y la bocina. Iniciaban las batallas haciendo sonar sus instrumentos.
Cada instrumento tenía también su propia función. La tuba llamaba a los soldados al combate o a la retirada; el toque de corneta servía para hacer indicaciones a los portadores de los estandartes, mientras que en época imperial la bocina quedo reservada para anunciar la presencia del emperador o la ejecución de la pena capital para un legionario.
En la época medieval aquellas primitivas bandas de música se diversificaron según su finalidad y se agregaron nuevos instrumentos (flautas, sacabuches, clarines, gaitas, chirimías…). Aunque la Iglesia solo aceptaba en sus ceremonias la música cantada y se resistió durante mucho tiempo a aceptar los instrumentos de viento (que consideraba asociados a los elementos más inmorales de la sociedad), poco a poco fue contratando los servicios de bandas de música para procesiones e incluso para coronaciones papales.
Con el desarrollo de las ciudades a partir del siglo XII y el establecimiento en ellas de los juglares (hasta entonces itinerantes por las cortes y aldeas) fueron surgiendo lo que podríamos llamar bandas de música de carácter cívico, dedicadas a tocar en eventos que iban desde bailes o fiestas populares hasta desfiles de prisioneros o de prostitutas a quienes iban azotando por las calles. Florencia tenía una banda de música que era pagada regularmente y a cuyos músicos ya se les exigía tener uniformes tanto de verano como de invierno.
La función militar de las bandas de música siguió presente y en esa época los europeos quedaron fascinados con los instrumentos y los sonidos exóticos de las bandas de música sarracenas que descubrieron tanto en las Cruzadas como en la Reconquista. Especial atención les causaron los instrumentos de percusión tales como tambores, timbales, bombos y triángulos, que pronto fueron incorporados a las bandas de toda Europa.
El Renacimiento -con el auge de la polifonía, los primeros métodos de enseñanza para tocar instrumentos y la música escrita con fines instrumentales por compositores- supondrá una revolución en el terreno musical que afectará a las bandas de música de manera crucial. Pero esto ya forma parte de otra etapa que sobrepasa el objeto de este artículo.
jueves, 21 de septiembre de 2023
Desbloqueo de las llaves de una flauta
jueves, 27 de julio de 2023
¿Como afecta el calor excesivo al clarinete?
La temperatura ideal para el clarinete se encuentra alrededor de los 21 grados. Conforme la temperatura aumente o disminuya cada vez más alejándose de ese umbral, resultará más problemática para el instrumento. En esta publicación trataremos sobre como afectan las altas temperaturas del verano al instrumento.
En primer lugar hay que tener en cuenta que la madera se dilata con el calor, lo que en principio puede provocar que la madera se hinche, dando lugar a problemas como, por ejemplo, la dificultad al ensamblar las distintas partes del clarinete. Sin embargo el efecto de las altas temperaturas sobre la madera va ligado al grado de humedad. Si la humedad es baja se producirá una disminución de sus dimensiones por contracción, por lo que el efecto del calor quedará prácticamente anulado. En cambio, si nos encontramos en una zona donde se combinan las altas temperaturas con un alto índice de humedad, si que nos podremos encontrar con problemas como el mencionado anteriormente.
Así mismo las llaves del clarinete pueden sufrir con las altas temperaturas. El calor dilata también el metal, lo que puede ocasionar que algunas llaves tengan un retorno más lento o se queden bloqueadas. Esto ocurre en muchos casos porque al aumentar de tamaño quedan demasiado comprimidas entre los pilares que las sostienen, provocando su retardo o bloqueo. En otras ocasiones este efecto es debido a la dilatación de los tornillos que las sujetan.
Otra consecuencia de las altas temperaturas es el exceso de sudor, que con el tiempo corroe los acabados externos del instrumento. El sudor contiene sales y ácidos nocivos que pueden dañar las llaves, la madera e incluso provocar que los muelles se oxiden y se rompan prematuramente. En este sentido es aconsejable mantener limpio el instrumento después de tocar o mientras se toca, utilizando para ello una gamuza o bayeta.
En definitiva se trata de aplicar algunas pautas de sentido común para que el clarinete se vea afectado lo menos posible por el exceso de calor, como son el desmontarlo y guardarlo siempre después de tocar, mantenerlo en la habitación térmicamente más fresca o neutral de la casa, no dejarlo bajo la luz del sol o dentro del automóvil, o mantenerlo lo más limpio posible.
miércoles, 21 de junio de 2023
El corcho del tudel del saxofón
El corcho del tudel es una pieza muy
importante en el saxofón, ya que evita que el aire se escape de la boquilla. Un
corcho defectuoso puede resultar fatal para el funcionamiento del saxofón, por
lo que tendrá que ser reparado o restaurado para que cumpla su función
correctamente.
Los corchos requieren de un engrase periódico porque son
propensos a desgastarse por la fricción cuando colocamos la boquilla alrededor
de ellos. A medida que el corcho se va desgastando comienzan los problemas de
fugas de aire. Si la boquilla queda suelta a su alrededor y el corcho presenta
signos visibles de desgaste, esto será un indicador de que es necesario
reemplazarlo. También lo será si se observa que se ha desprendido algún trozo
de este accesorio.
El reemplazo del corcho del tudel se debe hacer con el material
adecuado, ya que no sirve cualquier tipo de corcho. Se utiliza corcho laminado,
que puede ser natural o sintético. Es una operación que se realiza en poco
tiempo. Una vez reemplazado se comprobará que la boquilla encaja perfectamente
en el nuevo corcho, sin holgura, pero que al mismo tiempo es posible
desplazarla girándola suavemente hacia dentro. El utilizar un poco de grasa
para corcho facilitará esta maniobra, necesaria no solo para que no se escape
el aire, sino también para la afinación del instrumento.
jueves, 11 de mayo de 2023
¿Es la flauta o soy yo?
En esta publicación analizaremos algunos de los problemas comunes que se pueden presentar al tocar y que nos pueden hacer dudar sobre si el problema es de la propia flauta o es nuestro. Veamos algunos de los más frecuentes:
Verificar desajustes presionando las llaves son suavidad
Si al presionar la llave del Si bemol del pulgar, la del índice derecho de la misma nota y la palanca derecha que está sobre la llave del Fa, al tocar no suenan igual de claras, el problema es técnico.
Si al presionar las llaves del Fa, Mi o Re con los dedos de la mano derecha, la llave más arriba del Fa, no baja al mismo tiempo, el problema es técnico. Del mismo modo lo es si no cierran con la misma presión. Esto también serviría para las llaves del La junto a la del Si bemol, las dos del Sol y las del Do sostenido y Do al tocar esta última nota.
Desgaste o rotura de las zapatillas
Si la flauta no suena o proyecta mal el sonido, puede también deberse a que tenga zapatillas rotas o muy desgastadas. Esto se puede comprobar girando el instrumento y observando el estado de las zapatillas. Si hay una o varias rasgadas, con roturas en la superficie o demasiado desgastadas, el problema es del instrumento.
Zapatillas con fugas de aire
Si al tocar las notas de forma cromática hacia abajo tienes que hacer más presión de lo normal en una de las llaves para que suene igual de clara, esto se deberá a que la zapatilla de esa llave tiene una fuga de aire. Estaremos pues, de nuevo, ante un problema técnico.
Después de todo esto, evidentemente el problema puede ser nuestro (especialmente en aquellas personas que todavía se están formando en el uso del instrumento). Pero si presenta alguno de los problemas que hemos visto, hay que tener en cuenta que estos ocurren como resultado del simple uso o del manejo descuidado del instrumento. Tras revisar todas estas cosas podrás tener una idea más clara del tipo de reparación que necesita la flauta.
martes, 11 de abril de 2023
Un fagot con dos siglos de historia
lunes, 6 de marzo de 2023
El apoyapulgar del clarinete
martes, 10 de enero de 2023
¿Que mantenimiento básico necesita un saxofón?
Esta pregunta me la hacen habitualmente y la respuesta corta es: mantén el instrumento limpio.
Hay dos cosas importantes y a la vez sencillas que ayudan mucho a que un saxofón esté en buenas condiciones para sonar. Si comes o bebes algo antes de tocar, tu saliva transportará restos de esa comida y bebida a través de la boquilla y del tudel hasta el cuerpo del saxofón. Estos residuos recubrirán lentamente las zapatillas, acortando su vida útil y aumentando la probabilidad de fugas.
Evidentemente no siempre nos vamos a cepillar los dientes antes de tocar, pero un simple enjuague con agua o procurar evitar comer y beber antes, ayudarán a prolongar el buen estado del instrumento.
Hay otra cosa adicional que es de gran ayuda para mantener limpio el saxofón: cuando termines de tocar, limpia la boquilla, el tudel y el cuerpo del instrumento. Especialmente en el tudel te tienes que asegurar de que sea con una gamuza lo suficientemente pequeña para que no se quede atascada dentro. Y a ser posible deja la gamuza fuera del estuche del saxofón hasta que se seque, pues guardarla con humedad aumenta la probabilidad de corrosión y de que las zapatillas se peguen.
Espero que estas sugerencias básicas de mantenimiento ayuden a mantener tu saxofón en buenas condiciones para tocar.