viernes, 29 de abril de 2022

Evitar los pitidos en el sonido del saxofón

   ¿Cuales son las razones más comunes por las que a veces nos salen pitidos al hacer sonar el saxofón? Vamos a aclarar a continuación las diversas causas que producen esos horribles pitidos, que se pueden dividir en dos grupos: causas de origen humano y de origen mecánico.

   Entre las causas de origen humano, es decir aquellas que están relacionadas con el propio saxofonista, nos encontramos en primer lugar el estar tocando con excesiva tensión. Esto ocurre principalmente entre los saxofonistas principiantes, que a veces tienden a tensar demasiado las manos, brazos y hombros; tensión que en ocasiones se traslada también a la cavidad bucal y los músculos faciales provocando los molestos pitidos. La solución para este problema se encuentra en poner en práctica métodos de relajación.

   Otra causa de origen humano la encontramos en la colocación de la lengua cuando esta tiene una posición demasiado elevada dentro de la boca. Su corrección se consigue relajando la garganta y dejando que la lengua descanse en la parte inferior de la boca.


   Entre las causas mecánicas debemos prestar atención en primer lugar a la caña. Si la caña está rota, astillada, tiene una pequeña fisura o está deformada, los pitidos estarán garantizados. La caña debe estar en buenas condiciones si queremos sacar un buen rendimiento al instrumento. También debe estar correctamente colocada, pues una pequeña desviación puede motivar este problema. Así mismo, usar cañas demasiado blandas también puede dar lugar a esta contrariedad, por lo que deberemos cuidar la elección de aquella caña que nos ayude a sacar el mejor rendimiento a nuestro sonido.

   Por último también puede ser la causa que alguna de las zapatillas no selle correctamente la chimenea y se escape el aire. Esta posibilidad no es descartable pero es la menos probable, ya que cuando hay fugas de aire lo habitual es que la nota no suene en absoluto, o bien que salga un sonido como "de gárgaras" o, si se trata de notas graves, que estas se octaven y suenen sus equivalentes agudas. En este caso habría que reparar el desperfecto para que el sonido volviese a su ser.