martes, 27 de septiembre de 2016

Los golpes en los saxofones

   Un accidente con un instrumento musical le puede pasar a cualquiera por muy cuidadoso que sea. En ocasiones se debe a descuidos, pero a veces son golpes inevitables. Generalmente los instrumentos construidos de metal presentan las marcas de esos golpes de forma más manifiesta que aquellos otros construidos de madera, resina, etc. 

   Aparte de la familia de los instrumentos de viento metal, en los de viento madera también hay algunos construidos de metal prácticamente en su totalidad, como son las flautas traveseras y los saxofones. En estos últimos, por ejemplo, es muy habitual observar en numerosas ocasiones el borde de la campana doblado. Podríamos decir que es una de las señales clásicas de un golpe en un saxofón.

   Hace unos días llegó al taller un saxofón tenor que había caído al suelo. En este caso el instrumento no presentaba abolladuras, ni el borde de la campana doblado, ni ninguna señal significativa estéticamente. Era el mecanismo el que había quedado trastornado por el golpe, en concreto las llaves que se pulsan con el meñique de la mano izquierda (G#, B, Bb y C#). Estas llaves estaban hundidas y las cazoletas correspondientes no podían cerrarse, no pudiendo cumplir así su función.



   Aunque en las imágenes no se aprecia bien, las llaves estaban hundidas y completamente bloqueadas, por lo que las cazoletas  no cerraban. Pese a la visión dislocada del mecanismo y a que esto le pueda parecer el fin del instrumento al o a la saxofonista, el problema se puede solucionar sin demasiadas dificultades, corrigiendo el estado de las llaves para que vuelvan a cumplir su función sin ningún inconveniente. Al fin y al cabo este tipo de golpes forman parte también de los clásicos en la familia de los saxofones.