Hace poco tuvimos en nuestras manos un saxofón alto C. G. Conn que tiene casi un siglo de vida. Por el número de serie dedujimos que era del año 1926 o 27. Sin embargo en el instrumento venía grabado el año 1914. Esto tiene una explicación. Por entonces las chimeneas de la marca Conn ya eran de dos tipos: unas iban soldadas al tubo y otras estaban extraídas del metal del propio tubo. Estas últimas fueron patentadas entonces, con la licencia de Conn, por el constructor de flautas William S. Hayes, que puso la fecha del año en el que las patentó y que seguiría apareciendo en años sucesivos.
A pesar del mucho tiempo que tenía, este saxofón se notaba que había sido bien tratado. Perteneció a un músico que tocó en importantes orquestas durante muchos años y después de mucho tiempo sin sonar sus descendientes querían volver a ponerlo en funcionamiento. El problema mayor que presentaba era el agarrotamiento del mecanismo después de tantos años sin tener uso, así como algún muelle muy deteriorado y algún pilar que hubo que soldar. Una vez puesto en condiciones el instrumento volvió a dar todo de si, con un sonido excelente y una digitación muy cómoda, aunque en esto último hay que decir que las llaves que se manejan con el meñique de la mano izquierda resultan un tanto incómodas en los saxofones de esa época.
Los saxofones Conn de entonces tienen otra característica curiosa. Es el denominado "micro tuner neck", un tudel con una rosca situada entre el tudel y la boquilla que servía para subir o bajar la afinación simplemente moviendo la rosca hacia una parte u otra. El mayor inconveniente de este tipo de tudeles es que con el tiempo iban cogiendo holgura y se acababa moviendo la boquilla.
Por último apuntar que Conn es una de las marcas de saxofones más prestigiosas del mundo. La compañía fue fundada por Charles Gerard Conn, que no tocaba el saxofón sino la corneta. El primer saxofón diseñado en su fábrica de instrumentos de Elkhart (Indiana) fue obra de Ferdinand "Gus" Buescher para el virtuoso saxofonista francés E. A. Lefebre, que entonces trabajaba para la compañía. Se puede decir que era prácticamente una copia de los que por entonces fabricaba el inventor de este instrumento Adolphe Sax. Con el tiempo vendrían las innovaciones que han convertido a esta marca en una de las más apreciadas dentro del mundo del saxofón.
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