Uno de los problemas más frecuentes en los clarinetes sucede cuando dos de las partes del instrumento se atascan y no hay manera de sacarlas. En la inmensa mayoría de los casos esto ocurre entre el barrilete y el cuerpo superior. Después de un espacio de tiempo en que dejamos el clarinete sin desmontar, cuando intentamos separar las piezas para guardarlo en el estuche, nos encontramos con que resulta imposible separarlas. Este fue el caso del clarinete que aparece en las fotografías:
Es una situación un poco alarmante, porque resulta difícil de explicarse como es posible que un clarinete que hasta hace un rato podía desmontarse con relativa facilidad, ahora presente esa resistencia. En estos casos el problema puede radicar en que el corcho esté demasiado hinchado, pero en la mayoría de los casos será la propia madera de la espiga la que se habrá hinchado. Generalmente esto es debido a una temperatura ambiente elevada que da lugar a que la madera se dilate y ocasione estos contratiempos.
Cuando se presenta un caso de este tipo no hay que forzar nunca. Ponernos a hacer mucha fuerza para separar las partes no solucionará el problema o ¡peor todavía!, lo podría agravar ocasionando un daño irreversible al instrumento. En esos casos lo adecuado es traerlo al taller, donde se resolverá el problema sin perjuicio alguno para el clarinete.
Por último una sugerencia: si estás tocando y vas a hacer un descanso, por ejemplo, de veinte minutos, desmonta el clarinete. Parece que es poco tiempo y que es imposible que vaya a ocurrir algo así, pero es suficiente para que cuando vuelvas a tocar te encuentres con ese tipo de problema. Desmontar el clarinete cuesta muy poco y puede ahorrarnos contratiempos como este.
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