Vaya por delante que aunque el título de esta entrada hacer referencia a un saxofón soprano que pasó una revisión recientemente, la mayoría de las sugerencias que se proponen sirven para cualquier otro instrumento de viento.
El cuidado y la limpieza son dos conceptos básicos a la hora de que un instrumento musical se mantenga en buenas condiciones y así pueda durar mucho más tiempo. El primero es mecánico y el segundo cosmético. El cuidado comienza por tener respeto al instrumento, tratarlo con delicadeza y ser conscientes de que no es un juguete o algo parecido. En el caso del saxofón, por ejemplo, es un instrumento con muchas partes móviles que tienen una relación de ajuste específica entre ellas. Cualquier golpe, por pequeño que sea, requerirá de una reparación.
En el caso de este saxofón soprano que pasó recientemente una revisión no había ningún problema de golpe; es un instrumento bien cuidado. Pero después de mucho tiempo necesitaba una revisión de su estado por algún desajuste que presentaba por el uso continuado, así como engrasar los tornillos y pasadores y hacer una limpieza a fondo con el mecanismo desmontado. También se revisó el estado de las zapatillas y los muelles.
Este tipo de revisiones en profundidad en un instrumento que esté bien cuidado son necesarias cada dos o tres años para mantener el instrumento en perfecto estado y que así pueda tener una larga vida.
Después de tocar es importante siempre la limpieza del saxofón antes de guardarlo en el estuche, ya que la humedad del aire al hacerlo sonar se condensa en el interior y puede causar problemas en el mecanismo, especialmente puede influir en el estado de las zapatillas. Para limpiar el interior del instrumento es aconsejable utilizar un paño limpiador con un contrapeso en uno de sus extremos. Para el tudel y la boquilla se ha de utilizar un paño de las mismas características pero más pequeño. Los hay de diferentes materiales: algodón, lana, microfibra, gamuza, etc. Si se atasca en el interior no hay que intentar nunca sacarlo por la fuerza, ya que esto podría dañar gravemente al instrumento. En el taller contamos con los medios para extraerlo sin causar ningún perjuicio.
En cuanto a la limpieza exterior hay una gran variedad de bayetas, así como de cepillos en forma de bastón para acceder a las zonas más difíciles. También es importante secar las zapatillas, sobre todo aquellas que más tienden a quedarse pegadas, como son las de Sol, Do y Re sostenidos. Para esto existen productos como los papeles secantes que son fáciles de encontrar en tiendas especializadas.
Un buen cuidado del instrumento puede prolongar su utilidad mucho tiempo manteniéndolo como nuevo.
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