viernes, 15 de noviembre de 2024

Cuando el clarinete no cambia al registro agudo

    ¿Por qué un día empiezo a tocar el clarinete y compruebo que al abrir la llave de la octava no cambia de registro? ¿Que ha sucedido? Este es uno de los problemas relativamente frecuentes al que se puede enfrentar cualquier clarinetista en alguna ocasión. Aunque la llave funciona correctamente, comprobamos  que el instrumento no cambia al registro agudo. Pues bien, calma:  no es que nos estemos volviendo locos, ni que ese día estemos más torpes de lo normal, ni que el instrumento se haya estropeado sin solución. Se trata sencillamente de un problema de suciedad acumulada.



   En ocasiones, generalmente con el paso de los años,  aunque limpiemos el clarinete habitualmente, puede ocurrir que se acumule suciedad en los agujeros de tono del clarinete. Y precisamente uno de los agujeros en los que más se acumula esta suciedad es el de la llave de la octava, debido a su cercanía a la boquilla y a su pequeño diámetro. Al obstruirse, el aire no sale, provocando el efecto de que la llave de la octava está cerrada. De ahí que no podamos cambiar al registro agudo. La solución está, obviamente, en limpiar el orificio.



   Este mismo problema se puede dar en el resto de los agujeros de tono del clarinete, pero al tener un mayor diámetro que el de la octava, la obstrucción no suele ser total. Por ejemplo, ocurre con frecuencia en los agujeros del La y del Sol sostenido medios. Cuando estos agujeros se obstruyen, aunque sea parcialmente, comprobaremos que estas notas suenan como sofocadas o sordas; y también nos cercioraremos de que el Si bemol medio suena todavía más apagado de lo que es habitual (el si bemol medio presenta esa sonoridad debido a un problema de diseño del instrumento). De nuevo, cuando esto ocurra, nos encontraremos ante un problema de suciedad que obstruye los agujeros. Y la solución será, también en este caso, limpiarlos. Ni más ni menos que eso.       

jueves, 26 de septiembre de 2024

Las fugas de aire en el saxofón

    Las fugas de aire ocurren cuando hay algo en el saxofón, por ejemplo una zapatilla, que no cierra herméticamente. Los síntomas son pitidos, sonido distorsionado y, en general, una sensación de resistencia al emitir el sonido. Un buen indicio de que un saxofón tiene una fuga es al percibir,  de repente, que no se pueden tocar suavemente las notas graves.

   Las causas más comunes de las fugas de aire tienen que ver con el cierre de las zapatillas. Si una zapatilla se encuentra mínimamente deformada y no sella completamente el perímetro de la chimenea, se producirá una fuga. Ocurrirá lo mismo si lo que está deformado o desnivelado es el borde del perímetro de la chimenea. También es frecuente que no cierren las zapatillas de aquellas llaves que al cerrar, se encuentran combinadas con otras mediante corchos de apoyo o tornillos graduadores. Si se despega uno de estos corchos o se afloja uno de estos tornillos, las zapatillas de las llaves afectadas dejaran de cerrar correctamente.


   Pero no siempre estas fugas tienen que ver con las zapatillas. A veces se deben a otros motivos. Uno de ellos es que el corcho del tudel se encuentre roto, agrietado o no tenga el grosor suficiente para ajustar la boquilla adecuadamente. Otras razones menos frecuentes de estas pérdidas de aire pueden ser una boquilla que se encuentre dañada; que la espiga del tudel o el receptor del tudel estén deformados; que el tornillo del receptor del tudel no cierre bien; o que no haya un encaje correcto entre la unión de la campana con el codo o del codo con el cuerpo. En algunas ocasiones esto último es debido a defectos de fabricación del instrumento.

   Por último señalar que, generalmente, algunas de estas fugas se pueden detectar mediante el uso de una lámpara led o por el viejo procedimiento de usar una tira de papel de fumar, aunque hay casos en que la detección es más complicada. De cualquier modo, si notamos que de repente el saxofón deja de sonar como era habitual, será conveniente una revisión y puesta a punto del instrumento para volver a poder tocar sin complicaciones.   

  

     

martes, 23 de julio de 2024

Los muelles de la flauta

   Como hemos observado a lo largo de otras publicaciones al examinar los componentes de la flauta, estos a veces se reparan y en otras ocasiones se reemplazan. Lo hemos analizado en el caso de las zapatillas o de los corchos, y ahora consideramos interesante centrarnos en otro elemento básico para el buen funcionamiento del instrumento: los muelles. ¿Se reparan o se reemplazan? Ambas cosas.

   Cuando los muelles se reparan, en realidad se ajustan. Estos componentes permiten que las llaves se abran y se cierren, por lo que la tensión adecuada del resorte es fundamental. La tensión del muelle se puede ajustar, y esta es la reparación de muelle más común. Si una llave es demasiado débil, se le puede dar más tensión. Si hay demasiada tensión, se puede ajustar para que haya menos. La tensión del muelle se puede ajustar en cualquier momento. A veces la mayor dificultad se encuentra en acceder hasta el resorte, por lo que es necesario quitar la llave para realizar el ajuste.




   Entonces, ¿cuando es necesario reemplazar un muelle? En realidad los muelles rara vez abandonan la flauta una vez instalados. Su instalación los mantiene en su lugar porque hay un ajuste cónico. El extremo del muelle que se coloca en el orificio, está ensanchado para mantenerlo en su lugar. Rara vez se sale de ahí. Lo que si ocurre con más frecuencia es que se rompa y en ese caso si que debe ser reemplazado. También es conveniente reemplazarlo si se encuentra muy doblado.




   En resumen, aparte de los ajustes de tensión y de los escenarios de reemplazo mencionados anteriormente, no hay mucho más que hacer. Los muelles tienen una función: la cumplen. Dependiendo del caso, se ajustan o se reemplazan si dejan de cumplirla.  

jueves, 13 de junio de 2024

Obstrucción de los orificios del clarinete

   La obstrucción de los orificios del clarinete puede afectar enormemente al instrumento, causando problemas en la afinación, en la emisión de notas que suenan apagadas o sordas, en una mayor acumulación de agua o en la imposibilidad de cambiar de registro.  Estas obstrucciones se producen tanto en los orificios abiertos como en los cerrados.

   Se pueden distinguir dos tipos de suciedad. Existe un tipo que se acumula en el borde exterior de los orificios abiertos (aquellos que cerramos directamente con los dedos) y que suele provenir de los propios dedos. El otro tipo de suciedad se encuentra en la parte interior de los orificios, tanto de los abiertos como de los cerrados. Este último tiene su origen en los residuos que provienen del agua que producimos al tocar, pero también -y paradójicamente- del uso posterior del trapo con el que limpiamos el interior del instrumento. Este artículo de limpieza, al tiempo que elimina la humedad, introduce partículas diminutas de polvo y de suciedad que se adhieren a la humedad residual que queda en los orificios. Este proceso de obstrucción se da de manera paulatina durante largos períodos de tiempo, a medida que la suciedad va acumulándose en los orificios.



   Generalmente, las obstrucciones de los orificios abiertos pueden ser eliminadas, cuidadosamente, con un hisopo o un bastoncillo de algodón. Lo mismo en el caso de los orificios que son cerrados por las zapatillas (aunque para esto se requiere el desmontaje de las llaves). Con todo, no siempre es así, y a veces la suciedad acumulada puede ser demasiado dura y requerir de métodos más especializados de limpieza. Realizar un mantenimiento periódico del clarinete evitará la aparición de este tipo de problemas. 

     

miércoles, 8 de mayo de 2024

Enzapatillado de saxofón

    Muchas veces nos han preguntado en que momento se debería realizar un enzapatillado completo de un saxofón. Esta pregunta y su respuesta también se pueden aplicar a otros instrumentos como el clarinete, la flauta, el oboe, el fagot, etc. En realidad no hay un espacio de tiempo predeterminado para llevar a cabo un reemplazo general de las zapatillas. Dependerá del uso más o menos intensivo que se haga del instrumento, de su cuidado, de las condiciones ambientales, etc. Lo que si que podemos responder en concreto es que una vez que se rompe alguna zapatilla lo aconsejable es reemplazarlas todas, a no ser que sea relativamente nueva y se haya roto accidentalmente. Es decir, que si observamos que las zapatillas llevan unos años sin cambiarse (pongamos un mínimo de 4 o 5 años), que están desgastadas y han perdido elasticidad, y una o varias de ellas se rompen, lo ideal es acometer el reemplazo general del conjunto, con lo que nos ahorraremos tiempo y dinero. Es el caso de las zapatillas que aparecen en la imagen, pertenecientes a un saxofón alto.


   Este saxofón tenía varios años y nunca había tenido una revisión, por lo que necesitaba ya de una reparación general. La sustitución de zapatillas es sin duda el trabajo más completo que se le realiza a un instrumento de este tipo. Es aprovechado también para sustituir todos aquellos otros materiales que estén deteriorados (corchos, fieltros, muelles, etc.), así como para su limpieza, eliminación de ruidos innecesarios y ajuste final.

 

   Un trabajo de este tipo deja el saxofón como nuevo para varios años más, con un perfecto sellado de sus zapatillas que garantizan el máximo rendimiento del instrumento a la hora de sacarle la mejor calidad a su sonido.    




jueves, 7 de marzo de 2024

Los ruidos molestos en el mecanismo de la flauta

   Los ruidos innecesarios en el mecanismo de una flauta cuando estamos tocando suelen ser indicadores de que algo no está funcionando como debiera. Estos ruidos pueden ser de distintos tipos. En ocasiones se trata de ruidos "pegajosos" que producen las zapatillas al cerrar sobre los orificios de tono. Es muy probable que ese tipo de ruido sea debido a la suciedad, por lo que será necesaria una limpieza de las zapatillas y/o de los agujeros de tono. En otros casos podemos notar una especia de zumbido al tocar, lo que podría indicarnos la existencia de alguna llave o soldadura suelta. Y si se desprende algún fieltro o corcho, o bien el mecanismo lleva mucho tiempo sin engrasarse, percibiremos un ruido notable de metal chocando contra metal.


 

   Lógicamente, en este particular de los ruidos, siempre encontraremos diferencias dependiendo de la calidad del instrumento. Las flautas de gama baja destinadas a estudiantes generalmente tienen mecanismos más ruidosos que aquellas otras de alta gama o hechas a mano destinadas a profesionales. Esto se debe, entre otras cosas, a que las flautas para estudiante utilizan tornillos graduadores que pueden producir ese ruido de metal contra metal. Por supuesto en este tipo de flautas el nivel de tolerancia hacia estos ruidos es obviamente mayor que en las profesionales. Pero en cualquier caso tendríamos que concluir que la aparición del ruido indica que algo debe ser reparado y además se irá volviendo más obvio a medida que pase el tiempo, por lo que es aconsejable ponerle remedio cuando aparezcan las primeras señales.



martes, 30 de enero de 2024

El clarinete con sistema Boehm completo

   El sistema Boehm para clarinete es un sistema de llaves que desarrollaron Hyacinte Klose y Auguste Buffet entre 1839 y 1843. El nombre es algo engañoso, ya que se inspiraron en el sistema de llaves para flauta creado por Theobald Boehm. De ahí su nombre. El clarinete con sistema Boehm tuvo gran éxito en Francia y desde de allí se extendió a la mayoría de países. A principios del siglo XX todos los clarinetes usados fuera de Alemania y de Austria (donde primaba y sigue primando el sistema Oehler) lo utilizaban. La única modificación de este sistema que ha gozado de amplia aceptación fue el sistema Boehm completo introducido por Buffet en la década de 1870.

   El sistema Boehm completo optimizó la digitación del instrumento al presentar cuatro mejoras. En primer lugar este clarinete tiene una llave articulada de Do sostenido/Sol sostenido que permite hacer con más facilidad que con el sistema estándar un trino de Si/ Re sostenido o un trino de Fa sostenido/Sol sostenido. También se le añadió una llave de Mi bemol grave (una nota que no existe en los clarinetes de sistema Boehm estándar). Aunque es una nota que está presente en pocas composiciones, algunos autores la han requerido en sus obras (recuerdo, por ejemplo, el poema sinfónico "Pinos de Roma", de Respighi). También se puede transportar del clarinete en La al clarinete en Si bemol, ya que la nota más grave del primero (el Mi) se corresponde con la más grave del segundo (el Mi bemol). Esta llave también permite tocar un Si bemol más afinado cuando es práctico hacerlo.

   Otras dos mejoras fueron la incorporación de un séptimo anillo situado en la llave del Do/Sol que agregó una digitación cruzada de Mi bemol/Si bemol, así como una llave alternativa de La Bemol/Mi bemol para el meñique de la mano izquierda muy útil a la hora de ejecutar ciertos pasajes.

Dos clarinetes, uno con sistema Boehm completo (parte superior) y otro estándar.

    El mecanismo de este sistema, siempre que esté montado correctamente y sus llaves se encuentren bien ajustadas, es tan confiable como cualquier clarinete de sistema estándar. Con todo, también hay que señalar que aunque el sistema Boehm completo fue ampliamente aceptado, es cierto que la complejidad de su mecanismo, así como su mayor coste y peso, impidieron que lograra suplantar por completo al sistema estándar. Hoy en día todavía goza de cierta demanda, siendo fabricado por algunas importantes marcas de instrumentos.