jueves, 10 de abril de 2025

Soldadura de los pilares de un saxofón

 

   Una de las reparaciones más habituales en los saxofones es la soldadura de ciertas piezas, como por ejemplo la de los pilares que sostienen a las llaves. Por algún golpe accidental, por los cambios de temperatura o por el paso del tiempo, este tipo de piezas a veces se acaban desoldando. Eso es lo que le ocurrió a este saxofón alto en los dos pilares que sostienen las llaves del Re sostenido y el Do.



   El proceso de la soldadura requiere de una serie de prevenciones y cuidados para que quede lo más limpia posible. En primer lugar hay que tener en cuenta el añadir la cantidad de estaño precisa para que este material no acabe chorreando al aplicar el calor. Por supuesto, también es importante tener mucho cuidado en no quemar zapatillas, corchos o fieltros que estén alrededor; y tener el tacto de aplicar esa cantidad de calor con la suficiente precisión para que no acabe desoldando otras piezas que se encuentren alrededor.

  Pero lo más importante a la hora de realizar esta reparación es que los dos pilares sean soldados exactamente en el mismo lugar en el que estaban y con el mismo ángulo en el que se encontraban anteriormente. Las llaves deben quedar de nuevo perfectamente alineadas tal y como estaban antes de que se desoldaran los pilares, porque si se desvían de su posición original aunque sea mínimamente, las zapatillas perderán su asiento natural al cerrar, con las consiguientes fugas de aire que pueden provocar que el saxofón no suene correctamente.



   Por último, para solucionar este tipo de problemas no es aconsejable que el saxofonista acuda a vías fáciles, como son el uso de pegamentos o materiales de soldadura en frío, ya que la pieza se volverá a desprender al poco tiempo y solo conseguirá que haya más restos de suciedad que limpiar a la hora de soldar con calor. 


lunes, 3 de marzo de 2025

Concierto del Quinteto SenArts - 9 de marzo en el Salón del Ateneo de Madrid

   El Salón del Ateneo consiste en un concierto con frecuencia mensual en el Ateneo de Madrid, con la vocación de dotar a la música de cámara, y en especial a la contemporánea, de un espacio estable en la escena musical madrileña. El ciclo se enfoca en intérpretes emergentes del panorama nacional y europeo, así como en la difusión de la música de nueva creación, poniéndola en comunicación con repertorios de nuestra tradición musical reciente.

   El próximo concierto tendrá lugar el 9 de marzo, y estará a cargo del aclamado quinteto de vientos SenArts Quintet, reciente ganador del segundo premio de la Carl Nielsen Chamber Music Competition.






lunes, 3 de febrero de 2025

Flauta antigua de ocho llaves

    En este artículo nos centraremos en una flauta de ocho llaves que fue reparada recientemente en el taller. Se trata de una flauta de marca V. Kohlert Shone. Esta marca fue conocida sobre todo por la fabricación de saxofones, pero en realidad también manufacturaron otros tipos de instrumentos de viento, como comprobamos en este caso. 

   La flauta está fabricada en madera de ébano, tiene ocho llaves de plata alemana y presenta forma cónica, lo que nos lleva a deducir que se trata de una flauta bastante antigua. Tiene una llave de Do grave, con otras más pequeñas correspondientes a las notas de Re sostenido, Fa, Sol sostenido y Si bemol, y otras dos llaves largas para el Fa y el Re. Cuenta con seis agujeros abiertos, su embocadura es redonda y su digitación puede resultar un tanto incómoda. Su sonido es muy sólido y afinado, aunque no tenga mucho volumen 



   Las primeras flautas de este tipo se comenzaron a construir a partir de 1820 y fueron muy populares durante el resto del siglo XIX, pese a la introducción del sistema Boehm. Pero también tenemos que tener en cuenta que la compañía V. Kohlert Shone estuvo funcionando entre 1870 y 1945, por lo que la flauta se debió construir en las últimas décadas de aquella centuria o principios de la siguiente. Al parecer Kohler construyó algunas flautas de salón como estás durante sus años en activo.

   La fábrica Kohlert era enorme y se encontraba en la ciudad de Kraslice (Graslitz, en alemán), en la actual República Checa. En 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, fue nacionalizada por la cooperativa Amati, aunque la compañía Kohlert seguiría funcionando en la ciudad alemana de Winnenden hasta finales de los años setenta. La sucesora de aquella empresa es hoy en día Bernd Moosmann, especializada en la fabricación de fagotes.