martes, 23 de julio de 2024

Los muelles de la flauta

   Como hemos observado a lo largo de otras publicaciones al examinar los componentes de la flauta, estos a veces se reparan y en otras ocasiones se reemplazan. Lo hemos analizado en el caso de las zapatillas o de los corchos, y ahora consideramos interesante centrarnos en otro elemento básico para el buen funcionamiento del instrumento: los muelles. ¿Se reparan o se reemplazan? Ambas cosas.

   Cuando los muelles se reparan, en realidad se ajustan. Estos componentes permiten que las llaves se abran y se cierren, por lo que la tensión adecuada del resorte es fundamental. La tensión del muelle se puede ajustar, y esta es la reparación de muelle más común. Si una llave es demasiado débil, se le puede dar más tensión. Si hay demasiada tensión, se puede ajustar para que haya menos. La tensión del muelle se puede ajustar en cualquier momento. A veces la mayor dificultad se encuentra en acceder hasta el resorte, por lo que es necesario quitar la llave para realizar el ajuste.




   Entonces, ¿cuando es necesario reemplazar un muelle? En realidad los muelles rara vez abandonan la flauta una vez instalados. Su instalación los mantiene en su lugar porque hay un ajuste cónico. El extremo del muelle que se coloca en el orificio, está ensanchado para mantenerlo en su lugar. Rara vez se sale de ahí. Lo que si ocurre con más frecuencia es que se rompa y en ese caso si que debe ser reemplazado. También es conveniente reemplazarlo si se encuentra muy doblado.




   En resumen, aparte de los ajustes de tensión y de los escenarios de reemplazo mencionados anteriormente, no hay mucho más que hacer. Los muelles tienen una función: la cumplen. Dependiendo del caso, se ajustan o se reemplazan si dejan de cumplirla.